El cambio climático, “un reto” para la agroindustria argentina

Es imperativo, entonces, implementar buenas prácticas agrícolas para hacer sustentable la producción agropecuaria. Para esto, sin embargo, es “indispensable reglas de juego claras” y “la protección de los derechos de propiedad”.

Danilo Lima

El desafío de lograr una correspondencia entre la producción agrícola y el medio ambiente fue el eje central de debate durante la 5ª Jornada de la Cadena Agroindustrial Argentina que se realizó ayer en el Marriott Plaza Hotel de la Ciudad de Buenos Aires y del que participaron destacados especialistas. El objetivo, claro, es lograr una producción sustentable en el marco de una demanda internacional de alimentos que, según se vaticinó, continuará en aumento.
Ante este escenario, el Dr. Otto Solbrig, profesor emérito de Biología de la Universidad de Harvard, señaló que el cambio climático “es un hecho, está entre nosotros” y, por eso, instó a “tratar de reducir su impacto en la producción agropecuaria” a través del uso de las denominadas “buenas prácticas agrícolas”.
Solbrig —que nació en Mar del Plata pero desarrolló su carrera en Estados Unidos— pronosticó que la demanda mundial de alimentos seguirá en alza, aunque con una tasa menor, en las próximas décadas, y dijo que el cambio climático aumentará la dependencia de muchos países que deberán importar cada vez más alimentos. Esto se dará, especialmente, en los países en desarrollo, pero también en los desarrollados. “Australia se está secando”, subrayó.
Al trazar un panorama de lo que se viene, Solbrig enumeró el aumento de las temperaturas, sobre todo en el norte del país; mayores lluvias en la provincia de Buenos Aires y el norte; y la continuidad de los eventos climáticos extremos en toda la geografía argentina, pero de manera especial en las provincias de Chaco y Mendoza. De cara al futuro, en consecuencia, exhortó a “intensificar en lugar de abrir nuevas tierras, utilizar las mejores tecnologías existentes, monitorear los cambios, proteger la biodiversidad y los humedales”, al tiempo que remarcó la necesidad de utilizar “las buenas prácticas agrícolas”.

ACTITUDES. Al mencionar puntualmente las buenas prácticas agrícolas, que “no son una receta sino actitudes que deben prevalecer a lo largo de toda la cadena agroindustrial”, Solbrig enumeró las siguientes:

1. Proteger el suelo por medio de técnicas conservacionistas (siembra directa, agricultura orgánica, etc.).
2. Reponer nutrientes con fertilizantes, en forma inteligente.
3. Practicar el manejo integrado de plagas, para reducir al máximo el uso de agroquímicos.
4. Proteger los cursos de aguas superficiales y subterráneas.
5. Reducir el uso de combustibles sólidos.
6. Mantener los agroecosistemas lo más cercano posible a un ambiente natural.

Para que estas buenas prácticas agrícolas se cumplan, a juicio de Solbrig, es indispensable “reglas de juego claras” y la “protección de los derechos de propiedad”.
El uso abusivo de los recursos naturales, alertó, “pone en peligro las ventajas comparativas” que tiene la Argentina para la producción de alimentos, por lo que el cambio climático constituye “un reto” para la agroindustria de nuestro país.

OTRA VISIÓN. El Ing. Agr. Eduardo Sierra, por su parte, exhortó a “prestarle atención” a los cambios climáticos, pero criticó las “versiones muy exageradas” que pronostican un elevado aumento del nivel de los océanos e intensas sequías.
“En los últimos años —agregó— parece haberse detenido un poquito el calentamiento global. Ahora ya está bajando o al menos está estable” lo que, a juicio de Sierra, marcaría “una desaceleración” del proceso.
Sierra, director de la Maestría en Meteorología Agrícola de la Universidad de Buenos Aires, dijo que el aumento del nivel del mar “está en el 1 % de lo que dicen los medios. Uno escucha una versión muy exagerada de lo que puede ocurrir. El efecto sobre el nivel del mar de los hielos flotantes sería de seis centímetros. Y si bien los glaciares se están derritiendo, son el 0,46 % del hielo del mundo”.
“La posibilidad de que aumente el nivel del mar está en el Polo Sur, que representa el 90 % del hielo del planeta: está en equilibrio o está aumentando. Este núcleo no se está derritiendo, está estable, y hasta podría estar creciendo”, afirmó.
Sierra, finalmente, evaluó que “en un escenario de buenos precios internacionales, insumos bajos y buena política interna”, los cambios climáticos que se producirían en los próximos años “no tendrían un efecto tan grave, pero hay que prestarles atención”.

El Bicentenario, según Bergman

El rabino Sergio Bergman exhortó ayer a “trabajar en 2010 para celebrar el bicentenario en 2016”. Al participar en la 5ª Jornada de la Cadena Agroindustrial Argentina, Bergman sostuvo que “en 2010 no tenemos ninguna posibilidad de llegar en tiempo y en forma a una profunda reflexión de nuestro bicentenario”. “Un país bendito como el nuestro, con absolutamente todo, su única maldición no es bíblica: somos nosotros, y no porque seamos malos, no porque no podamos, no porque no sepamos, no porque no tengamos la capacidad, sino que la tenemos que transferir de la excelencia que utilizamos para lo privado a lo público y a la República”. “Que el bicentenario nos vea en el desafío: si vamos a ser como nuestros hermanos de Chile, Brasil y Uruguay, o caeremos en la tentación hegemónica de utilizar la democracia para sostener nuevas formas de dictadura como tenemos hoy en Venezuela, como se debate hoy Ecuador, como vemos la casi secesión que hay en Bolivia”, remató.

El tema Botnia es “un absurdo todo”

El ex presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), se lamentó de que el Mercosur esté hoy “muy debilitado”. El bloque, le dijo el ex mandatario colorado a EL DIARIO, “es un gran proyecto estratégico que, entre otras cosas, incluía el tener fuerza para negociar en conjunto”, pero “desgraciadamente está muy debilitado. Hemos retrocedido claramente porque no hemos avanzado en la coordinación macroeconómica ni en la institucionalidad y, también, porque hoy no está el espíritu de sociedad” entre sus miembros.
Para el ex presidente uruguayo, uno de los disertantes de la 5ª Jornada de la Cadena Agroindustrial Argentina, nuestro país debe ganar “confianza” para enfrentar la crisis mundial. “Ganar confianza es clave para obtener más créditos, atraer más inversiones y poder generar más trabajo. La confianza es un factor esencial en la economía de mercado”, subrayó.
Sanguinetti, en otro orden, aseguró que el conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de la pastera Botnia, en Fray Bentos, es “un absurdo todo”. Se trata, según su opinión, de “un tema técnico, científico, no es un tema de pasiones. Es como tomarle la fiebre a un enfermo; aquí hay que medir la contaminación del agua o del aire, y eso se hace técnicamente”.
“Es realmente absurdo que estemos en este lío sin poderlo resolver cuando es un tema objetivo. Bastaría que tres científicos independientes, de países independientes, se reúnan para resolverlo en 10 minutosÖ pero no hemos tenido la sabiduría de hacerlo”, agregó.