Tucumán avanza con perfil agroindustrial

Desde hace muchos años Tucumán sostiene un fuerte perfil en la producción frutihortícola con productores, técnicos y dirigentes agropecuarios decididos a crecer con la aplicación de última tecnología y así lograr que esta producción se instale en un lugar importante a nivel regional, nacional y mundial.

El ejemplo más representativo es la citricultura. La Provincia tiene ganado su lugar a nivel mundial y fue el resultado del esfuerzo empresario y dirigencial, acompañado por el Estado. El logro tiene que ver con el trabajo mancomunado y con la instauración de una agroindustria de gran jerarquía.

Otra actividad que creció fuertemente durante los últimos siete años es la del arándano, que actualmente transita por los vaivenes propios de la producción y de la economía internacional, debido a que las condiciones climáticas a veces no acompañan, con la ocurrencia de algunas heladas, y que los precios en los momentos de cosecha en algunos años no estuvieron en los valores que se esperaba.

Otra actividad considerada como otra agroindustria fuerte es la relacionada con la frutilla. Hace bastante tiempo que se inició con este trabajo, principalmente en Lules. Hoy, en el país, la zona está considerada como la productora más importante.

Vale como ejemplo para dimensionar la situación, que en el país se planta unas 1.400 hectáreas de frutilla, de las cuales Tucumán ostenta cerca de la mitad de la cifra. Por ende, según como se presentan los años y en números de producción, se estima que se maneja desde Lules el 50% o más de lo producido en todo el país.

Cabe destacar que los productores tucumanos de frutilla emplean un elevado nivel tecnológico, por lo que las producciones por hectárea son bastante superiores a lo que se obtienen en las otras zonas productoras de frutilla del país. El cultivo de este berry en Tucumán lo realizan productores grandes, medianos y pequeños. Es importante la diferencia productiva y tecnológica entre los grandes y medianos respecto de los pequeños. Los primeros son productores que disponen de superficies relativamente grandes, incorporaron lo último en tecnología en lo referido a plantación, y se destacan por el uso de plantas proveniente generalmente de viveros propios, el uso de riego localizado, fertilizantes de última generación para fertirriego y en cosecha disponen de instalaciones de frío y congelado.

Los productores chicos, que son generalmente producciones familiares de hasta cinco hectáreas, usan menor tecnología y el mercado al que llegan es el local y de fruta fresca, o venden en tranquera. Este es un grupo muy susceptible y muy apto a todo tipo de mejoras que se pueda incorporar.

Congelado

En Tucumán se producen valores superiores a las 25.000 toneladas y los productores grandes y medianos son lo que logran el mayor porcentaje de la cosecha, que es destinada una pequeña parte como fruta fresca a los mercados nacionales y de Capital Federal a través del Mercado Central de Buenos Aires. La mayor porción de esta producción está destinada a la venta en los mercados internacionales como fruta congelada. Hubo registros de otros años cuando los valores llegaron hasta las 15.000 toneladas de fruta congelada.

Hoy en la zona de Lules se ven campos tapizados con el plástico negro o "mulchin", que están siendo "plantados" a medida que pasa el tiempo en procura de poder acceder a fruta primicia que en el mercado fresco nacional tiene buenos precios en primicia a lo largo del otoño en el que estamos inmersos, pero la cosecha se extiende a todo el invierno por venir, con la mayoría del gran volumen de congelado que es enviado a los mercados internacionales, en especial los de Europa y Estados Unidos.

Esta actividad representa para la Provincia una importante generación de capital humano debido a la gran necesidad de mano de obra que necesita disponer para las labores de plantación, cosecha y manejo poscosecha de la fruta. Se generan más de 10.000 puestos de trabajo durante la campaña, entre personal temporario y permanente, lo que hace que esta actividad sea la principal fuente de trabajo para los luleños.

Actualmente este sector necesita tener aceitada la maquinaria para la exportación del producto en lo referente a la logística, sistema aduanero y arancelario. En este sentido, el tema también le concierne al Estado, sea provincial y también el nacional.

Es por ello que resulta imperioso que se tomen los recaudos para que el productor se dedique a producir y a vender como lo sabe hacer, y que el Estado se dedique a abrir más puertas, tanto comerciales como arancelarias, y no pongan trabas burocráticas que compliquen a esta actividad. Su desarrollo implica que ganan todos.

LA GACETA.