Una ONG argentina ganó un concurso internacional y recibirá 500 mil dólares

Se impuso por sólo 38 votos en una votación online de la que participaron más de mil fundaciones.



CONTENCION. LA IMAGEN DE UNO DE LOS CONSULTORIOS DE LA ONG, AYER, UBICADO EN LA SEDE INAUGURADA EN ABRIL.

Como en un partido de básquet, los segundos finales fueron decisivos. Y eternos. Casi era la medianoche del miércoles y el premio se acercaba o se alejaba cada vez que desde Buenos Aires actualizaban la página de Chase Community Giving, el concurso solidario que premia a una entidad benéfica a través de una votación online. Con el último aliento de esos clicks trasnochados, impulsados por unos 40 voluntarios en shoppings, radios y redes sociales, la ONG argentina Ieladeinu ganó por sólo 38 votos y se alzó con el premio mayor: 500 mil dólares .

Un “tsunami solidario”. Así definió la infartante definición el rabino Tzvi Grunblatt, director de Jabad Lubavitch, la entidad judía que asiste a chicos víctimas de maltrato a través de Ieladeinu. El concurso es organizado una vez al año por Chase Community Giving, una comunidad en Facebook del JP Morgan, y participan casi mil ONGs. El proyecto argentino estuvo siempre en desventaja y recién al cierre de la votación sacó esa exigua diferencia de 38 clicks. Fueron 27.514 votos, que superaron los 27.476 de una protectora de cachorros de los Estados Unidos.

“El miércoles empezamos a 6 mil votos del primero y en un solo día conseguimos 14 mil votos. Nadie podía creer el avance que tenía”, afirmó ayer Grunblatt a la Agencia Judía de Noticias.

Si la definición tuvo una épica basquetbolística, la final fue como la NBA: Ieladeinu compitió con 99 ONGs estadounidenses. “El concurso es para fundaciones de los Estados Unidos, pero pudimos anotarnos porque tenemos una oficina allá. Pero todos nuestros hogares y centros de día, que serán los beneficiados por el premio, están en Argentina”, explica a Clarín Alejandro Altmark, director de desarrollo de Jabad Lubavitch.

El programa Ieladeinu atiende a 280 chicos víctimas de maltrato, en su mayoría judicializados, que reciben protección y cuidado a través de hogares y centros de día, donde se les brinda educación, alimentos, salud y, como remarcaba la campaña promocional en la votación online, “una segunda oportunidad”. En abril inauguró un edificio de seis pisos en Tucumán 3238, donde funcionan consultorios odontológicos y psicológicos. Altmark explica que los subsidios que reciben de Ciudad (y a veces de Provincia) cubren sólo el 10% del presupuesto. El resto surge de una verdadera ingeniería de programas de “padrinos” o “socios” que aportan dinero cada mes, convenios con centros de salud para la atención médica, empresas que donan alimentos o ropa y un grupo de “tías” que se encargan a través de su red de contactos de que a los chicos no les falte nada.

“En hebreo, Ieladeinu significa ‘nuestro niños’. Y nuestra meta es educarlos así, como a nuestros propios hijos. Cuando los chicos desayunan, van al colegio o a un acto, cuando hacen la tarea, van a fútbol o se van a dormir, hay un coordinador que los acompaña. Cada parte del vínculo es terapéutico, desde el amor, la contención, el diálogo. Para cada chico hay una estrategia. No viven institucionalizados: el modelo es una casa de familia, con muchos hermanos”, explica Altmark y agrega que a los más grandes se lo prepara para algún oficio.

¿Qué van a hacer con el medio millón? “Primero, ponernos al día”, dice Altmark y explica que no habla de “deudas enormes”, sino de esos pequeños grandes costos que afrontan cada día, como los sueldos, el pan o la leche. “Ahora podemos dejar de tapar agujeros, y planificar mucho mejor el futuro de los chicos”.


Cómo es el programa

Ieladeinu es un programa de la comunidad judía en la Argentina que protege a niños y adolescentes que han vivido situaciones de riesgo por ser maltratados, golpeados, abusados y/o abandonados.

Fue creado en 1999. Recibe menores derivados de juzgados, defensorías, hospitales o de la Dirección de Niñez y Adolescencia de la Ciudad. Tiene un subsidio estatal, pero se sostiene mayormente de donaciones de empresas y particulares.

Unos 80 chicos viven en la fundación, 130 son atendidos en su casa y 70 participan de los centros de día. Hay desde recién nacidos hasta jóvenes de 21 años.