Polémico: permiten construir hasta cuatro pisos de altura en la Villa 31

Representantes de la Nación, Ciudad y delegados de las villas 31 y 31 bis de Retiro, firmaron un dictamen para la urbanización de esos asentamientos, donde habitan cerca de 30 mil personas. Hay construcciones que alcanzan la altura de la autopista Illia y quedarían fuera del plan

La diputada de la Coalición Cívica, Rocío Sánchez Andía, quien presidió las reuniones consideró la firma del dictamen como “un hecho histórico para el avance de la urbanización”.

En diálogo con Radio 10, Sánchez Andía dijo que el proyecto "plantea que el 80 por ciento las casas se pueden refaccionar" y que el las personas del 20 por ciento restante pueden se relocalizadas. Sin embargo, reconoció que a simple vista hay muchísimas viviendas que remiten riesgo en la villa 31.

Aclaró, además, que el dictamen, en lo que corresponde al tema de la altura, corresponde a viviendas nuevas y que "simple vista hay muchísimas viviendas que hoy revisten un riesgo en la villa 31".

El polémico acuerdo de urbanización contempla, asimismo, mejoras en las viviendas y obras de infraestructura para dar los servicios de agua, gas, luz y cloacas y prohíbe los desalojos.

El documento suscripto en la Legislatura porteña fue acordado en el marco de una reunión de la denominada “Mesa de Gestión y Planeamiento Multidisciplinaría y Participativa para la Urbanización de las villas 31 y 31 bis”.

En la reunión se acordó que ambos asentamientos dejarán de tener esa denominación y pasarán a llamarse Barrio Carlos Mujica, en honor el cura asesinado en 1974. El acuerdo se dio tras 14 meses de reuniones en distintas comisiones, de las que participaron funcionarios nacionales y porteños, legisladores dela Ciudad y nacionales.

Por su parte, intervino un equipo técnico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, que aportó el plan de urbanización y radicación que diseñó para ambos asentamientos, lo que resultó muy importante para llegar a un acuerdo.

Sin embargo, en la reunión, que se extendió por más de tres horas en el salón Presidente Perón, algunos vecinos pidieron prorrogar la firma del dictamen al menos dos meses, a fin de “pulir el proyecto” dado que “algunos aún no lo tienen muy en claro”, según manifestaron.

El avance de la urbanización quedará supeditado al los gobiernos porteños, que tendrían a su cargo las obras; y al Nacional, que deberá ceder los terrenos ferroviarios en donde, en parte, se emplaza el asentamiento.
fuente:Infobae