¿Quiénes serán los candidatos a la presidencia?

El fin de semana largo será recordado como una bisagra en el armado electoral. A muchos de los dirigentes de la oposición les sirvió para salir del centro de la escena y no tener que enfrentar a preguntas que aún no encuentran respuestas. Y para el Gobierno fue útil para medir hasta dónde podrán extender la incógnita sobre la candidatura a la reelección de Cristina Kirchner, que ya casi nadie pone en duda.

¿Por qué una bisagra? Porque habrá definiciones sobre el futuro de algunos dirigentes. El tiempo se acorta y la indefinición no puede seguir eternamente. La oposición desnuda, en su búsqueda de fórmulas salvadoras, las carencias y las peleas de cartel. Todos querían ser candidatos a presidente, pero ahora la gran mayoría escudriña atajos para ver cómo escapar de ese compromiso. Es cierto que plantear la pelea por un cargo mayor deja abierta la puerta para negociar por uno menor. Hoy, para algunos, los temores a una derrota con Cristina Kirchner en primera vuelta son mayores que el sacrificio y el honor de disputar la Presidencia. Ir por el premio mayor puede dejarlos sin nada. En ese dilema están Mauricio Macri y Pino Solanas.

Las idas y vueltas en el radicalismo sobre una posible candidatura a gobernador bonaerense de Francisco De Narváez en una alianza conjunta hacen crujir al acuerdo político entre radicales, socialistas y el Gen de Margarita Stolbizer. Pero aún no está rota esa alianza, como sí parece quebrada la de Macri con De Narváez. Para Alfonsín, De Narváez no es el límite . Sabe que el empresario puede aportarle votos impensados en la provincia de Buenos Aires, un territorio que históricamente se ha recostado sobre el peronismo.

Mientras la dirigencia continúe negociando y hurgando atajos por las candidaturas, el Congreso intentará sesionar pasado mañana para aprobar un proyecto kirchnerista que cuenta con el respaldo de buena parte de la oposición. Es la iniciativa para regular el funcionamiento de la medicina prepaga , cuyos dueños rechazan porque dicen que empujará a las firmas del sector hacia una crisis. Esa ley, dicen en la CGT, será un paso fundamental para avanzar luego con otro proyecto para controlar los traspasos de afiliados de las obras sociales sindicales. Allí también están las empresas de medicina prepaga, que actúan detrás de obras sociales sindicales como gerenciadoras.
Fuente: La Nacion