Córdoba: el rey recuperó la corona

Después de un paréntesis de dos años, los Dogos volvieron a ganar el Argentino.

AL ATAQUE. LISANDRO GOMEZ LOPEZ CORTA LA DEFENSA DE BUENOS AIRES CON DECISION Y POTENCIA. LOS CORDOBESES SE IMPUSIERON CON SEIS PENALES DE PEZ.

Emociones a granel, un desarrollo muy parejo y un final para el infarto . También orgullo, ganas y muchísimo amor propio. Todo eso tuvo ayer la atrapante definición del 67° Campeonato Argentino, el certamen federal que integra a los mejores seleccionados provinciales. Un duelo entre dos grandes equipos que motivó al aplauso, tanto al ganador como para el que se quedó con las manos vacías. Córdoba fue el que se llevó los festejos y el título, al ratificar su condición de invicto y vencer por un apretado 18 a 16 a Buenos Aires, en Belgrano.

Buen comienzo para Córdoba, que impuso autoridad y decisión para progresar en el campo. Pese a fallar en su primer intento a los palos, Ramiro Pez después ratificó la eficacia de su zurda. Un par de infracciones (empuje cruzado de Gómez Kodela en el scrum y falta de Suffern Quirno tras una incursión de los tres cuartos) le permitieron dejar 6 a 0 el marcador.

Buenos Aires no se desesperó, cuidó la pelota y se fortaleció con la tarea del pack en el fijo. Pese a no contar con buenas pelotas del line (Córdoba sacó ventaja con Allub y Basile), desplegó su juego y trató de sortear la buena defensa visitante. Con sendos penales de Cruz ( forzó la pierna al patear y sufrió un desgarro en el isquiotibial derecho ) y Suffern Quirno, y la puntería de Pez el parcial se cerró con un 9 a 6 para los Dogos.

La inconducta pareció jugarle otra vez en contra a las Aguilas bonaerenses. Sin embargo, con dos hombres menos por las amonestaciones de Gómez Kodela y Herrera (por infracciones recurrentes en el scrum y por un topetazo a Pez, respectivamente) sólo recibió tres tantos en contra. Córdoba estrechó filas y por una acción brusca fue amonestado el pilar Rodríguez.

El capitán Soiza arriesgó y la apuesta le salió bien . En vez de patear a los palos, aprovechó la ventaja numérica (Córdoba involucró a un jugador menos en la formación, sin un ala y con Bruno de octavo) y por su mayor empuje en el scrum llegó el try de Galli.

Pese a malograr otros dos envíos, Pez acertó un nuevo penal y Córdoba pasó al frente 15-13. Los nervios y el cansancio físico comenzaron a pesar. El infatigable Bruno se erigió en figura, a fuerza de tackles. Obcecado, Buenos Aires buscó cómo sortear una marca feroz en ese vallado defensivo.

Sendos penales de Suffern Quirno (ingreso indebido de Rodríguez en un reagrupamiento) y Pez (infracción de Piccinini en el scrum) para mover la chapa con el 18 a 16 favorable para los cordobeses.

El final, a puro impacto emocional . Tras el drop fallido de Villamil, Buenos Aires movió la pelota a lo ancho y forzó el offside de Basile en el minuto adicional. El penal de Suffern Quirno, con viento cruzado y desde una posición esquinada, se fue apenas desviado.

“Es nuestro momento de quedar en la historia”, había dicho el capitán Coté Basile en un video motivador que los Dogos vieron en la noche previa. Con líderes experimentados (Pez, Bachi Rodríguez y Allub, quien en el entretiempo se infiltró el hombro derecho ) y una enorme superación ( en el semestre ganó el Seven de la República, fue plata en el Seven de Punta del Este y obtuvo el Cross Border sudamericano ), Córdoba ratificó ayer por qué es el mejor de todos.