Sanz renunció a su postulación

Una larga reunión el lunes pasado con Gustavo Ferrari, mano derecha del peronista Francisco de Narváez, y otro encuentro, también reservado, con Ricardo Alfonsín, anteayer, convencieron al senador Ernesto Sanz de que debía renunciar a su candidatura presidencial y apoyar a Alfonsín.

En aquellas charlas personales pudo constatar que el ahora único candidato a presidente de la UCR ampliará las fronteras partidarias para constituir una alternativa seria de poder para enfrentar al kirchnerismo.

Sanz formalizó, por medio de un comunicado, su decisión de no competir con Alfonsín en las primarias de agosto. "Teniendo en cuenta que Ricardo Alfonsín es el referente partidario con más posibilidades, he decidido dejar de ser un competidor y permitir que él represente al conjunto del radicalismo -enfatizó-. Durante meses luché para que la UCR no se encerrara en una alianza chiquita, sino que liderara una coalición amplia y fuerte. Más allá de algunos matices advierto en los últimos días que el camino del acuerdo amplio es el que se quiere transitar."

Sanz mantendrá, por ahora, el perfil bajo; de todas maneras, ya acordó con Alfonsín que retomará las riendas como jefe de la UCR el 23 de junio, un día después de que venza el plazo de presentación de candidaturas y alianzas electorales en la justicia electoral. Con este gesto, Sanz reconoce el liderazgo alfonsinista para articular las estrategias electorales que mejor convengan al partido con vistas a octubre.

Sin embargo, el mendocino no permanecerá pasivo. "Su idea es aportarle al partido su mayor capital: su vínculo con empresarios y fuerzas de centro", deslizaban ayer sus allegados.

Alfonsín celebró la decisión de Sanz. "Me tranquiliza y me alegra que podamos estar trabajando juntos para el 23 de octubre -enfatizó el candidato radical-. Esta decisión nos beneficia para seguir instalando nuestras propuestas. Ya podemos empezar a trabajar en eso y vamos a ir avanzando en las definiciones con relación a las fórmulas con las otras fuerzas políticas que conforman el frente progresista."

El candidato radical prioriza el cierre de una alianza nacional con el Partido Socialista y GEN; una vez alcanzado ese objetivo, formalizará su alianza con De Narváez en Buenos Aires y buscará adhesiones de otras fuerzas, como el macrismo.

Sanz, al igual que el vicepresidente Julio Cobos -el primero en bajarse de la contienda interna-, insistía en la necesidad de articular acuerdos con el candidato a gobernador de Buenos Aires, Francisco de Narváez (Peronismo Federal), y Mauricio Macri, en la Capital, si en verdad la UCR pretendía disputarle el poder al kirchnerismo.

En un principio, el mendocino dudaba de la convicción de Alfonsín para dar este paso; por eso prefirió esperar antes de seguir los pasos de Cobos. Guardaba la expectativa de que, si Alfonsín no lograba cerrar acuerdos extrapartidarios, él podría tomar la posta. Para tantear el terreno, se entrevistó con Ferrari, el lunes pasado; luego, esa noche, habló con De Narváez; allí, Sanz se llevó la certeza de un inminente acuerdo entre Alfonsín y el bonaerense. También se encontró con Macri, quien le habría ofrecido ser su compañero de fórmula presidencial. "Pero Sanz no estaba dispuesto a romper la UCR", se lamentaban en el macrismo.

Con estos magros resultados, Sanz se reunió con Alfonsín, anteayer. Fue una reunión muy cordial, en la que ambos despejaron viejos rencores. El mendocino se retiró tranquilo. "De la reunión se llevó la certeza de que el partido, con Alfonsín a la cabeza, buscará la apertura para intentar ganarle al kirchnerismo. Era la prédica de Ernesto", deslizó uno de sus allegados.