Las enfermedades que transmite el ratón colorado cobraron otra muerte

Las enfermedades transmitidas por el llamado ratón colorado que proliferó en forma alarmante en las islas entrerrianas y que buscan desesperadamente tierra firme a raíz de la creciente...

Las enfermedades transmitidas por el llamado ratón colorado que proliferó en forma alarmante en las islas entrerrianas y que buscan desesperadamente tierra firme a raíz de la creciente, cobraron una nueva víctima fatal. Esta vez fue un joven de 28 años oriundo de Granadero Baigorria que trabajaba como puestero en un establecimiento del humedal y que falleció anteayer tras dos días de agonía en un nosocomio rosarino, según confirmó el director de Epidemiología del sur santafesino, Julio Befani.

El funcionario comentó que el muchacho en principio fue trasladado el martes al hospital Alberdi de Rosario y de ahí derivado al Clemente Alvarez, donde se produjo el deceso. Y aclaró que aún no se establecieron las causas de la muerte, ya que las muestras de laboratorio extraídas a la víctima se encuentran para su análisis y clasificación final en el Instituto Maiztegui de Santa Fe. "Sólo sabemos que ingresó con el síndrome febril propio del hantavirus y de la leptospirosis, pero hasta que no tengamos los resultados no se puede asegurar si murió a causa de una u otra enfermedad".

Befani recordó que ambos males son transmitidos por el ratón colorado, aunque se diferencian en que uno es un virus y el otro, una bacteria.

Por otra parte, el director de Epidemiología confirmó que los análisis del caso del joven de 24 años oriundo de Victoria que falleció la semana pasada revelaron que el deceso se produjo a raíz del virus del hantavirus. El muchacho también desempeñaba tareas en las islas y falleció la semana pasada en el hospital San Martín de Paraná, a donde había sido derivado junto a otras dos personas desde el hospital Fermín Salaberry de Victoria, por las complicaciones del cuadro.

Nunca visto. No es una novedad que cada tanto haya brotes de leptospirosis y hantavirus. Tampoco es nuevo que el Paraná se desborde de vez en cuando y que en consecuencia los ratones colorados busquen refugiarse en la escasa tierra firme restante. Lo inédito, lo sorprendente para los pobladores de las islas es la enorme cantidad de roedores que se registra durante esta inundación, y que supera incluso a aquella invasión que hubo mientras se realizaron los grandes movimientos de tierra para la construcción de los terraplenes donde se montó el enlace vial Rosario-Victoria, inaugurado en 2003.

Hay quienes atribuyen el fenómeno a la época del año en que se produjo la crecida ya que ahora las ratas comienzan a anidar; a la disminución de las quemas de la paja brava para renovar pasturas para el ganado y que controlaban en cierta medida la población de ratones, o a que tal vez haya menos depredadores naturales de esta especie (principalmente dorados y víboras).

Lo cierto es que, a poco de haberse declarado el alerta hídrico por la suba de las aguas del Paraná, y a poco de ordenarse la evacuación de las islas, decenas de familias con niños pequeños aún se resisten a abandonar su ranchada y guarecerse en sus propias casas que poseen en zonas urbanizadas, en las de sus familiares o en el mismo refugio municipal disponible en el Quinto Cuartel de Victoria.

Mientras tanto, Entre Ríos y Santa Fe implementan operativos de control y prevención de enfermedades en el humedal, relevando la situación de los lugareños y entregándoles antibióticos para hacer frente a la leptospirosis y evalúan cómo implementarán las acciones de evacuación, cuando las aguas superen los 5 metros de altura.