Cristina recibió a Moyano, en una cita con reclamos cruzados

La Presidenta pidió “reglas de juego mínimas” para evitar la conflictividad y defender “el modelo”. El jefe sindical insistió en apurar la ley que regula las prepagas y la de reparto de las ganancias empresarias. De candidaturas no se habló.


PESOS PESADOS. CRISTINA ENCABEZA AYER LA REUNION CON LA CGT EN EL SALON DE LAS MUJERES, ACOMPAÑADA A SU IZQUIERDA POR BOUDOU Y MOYANO.

“No los convoqué para nada rimbombante”, rompió el hielo la presidenta Cristina Kirchner al empezar a hablar delante de Hugo Moyano y otros 34 líderes de la CGT. Pero enseguida, y a tono con la preocupación que expresó la semana pasada de que la “conflictividad no arruine el modelo”, les reclamó lograr “acuerdos mínimos” y mantener “reglas de juego” para seguir “sosteniendo el proyecto”.

Del lado cegetista llevaron su agenda: si bien aseguraron después que la Presidenta apoya ambas iniciativas, le mencionaron la “necesidad” de que el Congreso apruebe la ley de regulación de la medicina prepaga y el de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Sobre la investigación de las obras sociales, que no sólo se ponga el ojo en los sindicatos sino revisar el sistema de salud. Y hubo espacios para reclamos sectoriales. José Fantini, de la Federación de la Carne, alertó sobre problemas de empleo en los frigoríficos por la política ganadera, y Leonardo Fabre, de los trabajadores de la ANSeS, planteó que siguen bajas las jubilaciones .

La reunión fue convocada la semana pasada por la Presidenta, cuando ya se sabía que no iría al acto por el Día del Trabajador que la CGT hizo en la 9 de Julio. El plan oficial es relanzar el “diálogo social” y Cristina tiene previsto recibir también a la UIA –mañana– y a la CTA de Hugo Yasky.

Los líderes gremiales se sentaron en largas mesas dispuestas en el Salón de las Mujeres, con un arreglo floral en el medio. Acompañada por los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Economía, Amado Boudou, Cristina insistió en “preservar el modelo” . Habló largo e hizo un “fuerte reconocimiento” a la CGT por su acto, pero elogió “especialmente” que Moyano “ratificara el rumbo del modelo”, contó un gremialista.

Después de las tensiones con Moyano por haberse “filtrado” el exhorto de la Justicia suiza que pedía información sobre el camionero su familia en una causa por lavado de dinero, y la convocatoria al paro que luego suspendió, el Gobierno y el líder cegetista están en un nuevo punto de equilibrio . Moyano no resigna su reclamo de “cargos” políticos pero lo planteó de manera cuidadosa el viernes, en que también pidió la reelección de Cristina. Ayer, según las fuentes, no se habló de candidaturas.

Sin embargo, el Gobierno mostró una sensibilidad extrema ante la visita cegetista. En la Casa Rosada hubo medidas para aislar a la prensa, con vallados y personal de seguridad para que no hubiera contacto visual con el Salón de las Mujeres. Tras las dos horas de reunión, el Gobierno no dio información ni distribuyó un listado de los presentes.

Por la CGT, ya al salir, hablaron Juan Carlos Schmid (titular del sindicato de Dragado y Balizamiento) y el diputado Omar Plaini, del gremio de canillitas. Schmid se desmarcó del tema de la “conflictividad” gremial: “Estamos en sexta ronda de paritarias, hemos dado muestras de madurez”, afirmó.

Planteó que la CGT quiere ser parte de todas las discusiones, al afirmar que “no vamos a quedar sujetos sólo a precios y salarios” . Y mostró preocupación de que “fuera de la región está lloviendo, y fuerte” y puso como ejemplo que en Gran Bretaña “medio millón de personas marcharon contra el ajuste”.

Plaini sostuvo que durante la reunión se acordó en que “hay que darle institucionalidad al modelo” dejando atrás leyes de los 70 y 90 como la de Entidades Financieras o la Carta Orgánica del Banco Central.

Como ya sucedió con otros llamados al “diálogo” en la era kirchnerista, no habrá una “gran” mesa con todos los actores sentados. El formato seguirá siendo de reuniones radiales de la Presidenta con cada sector. Mañana será el turno de la cúpula de los industriales.