Equilibrio entre el placer y el hecho urbanístico

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En Portezuelo, el barrio más consolidado de Nordelta, los estudios Bodas Miani Anger Arquitectos y Asociados (BMA) y Mesa-Errozarena-Goldfrid, idearon un edificio residencial de seis pisos que resuelve los diversos desafíos que plantea un lote de forma irregular en una localización igualmente atípica: el terreno, ubicado junto a una lengüeta de agua, tiene un perímetro casi trapezoidal y una barranca suave que desciende hacia la ribera del Lago Central.


Como el terreno no tiene una ribera franca hacia el lago, una de las decisiones del proyecto fue generar un edificio en tira, levemente arqueado y perpendicular a la lengüeta de agua, que abraza el terreno por uno de sus laterales. Así, su fachada cóncava, consigue esquivar la presencia de un edificio vecino que obstaculiza en parte las visuales hacia el imponente espejo de agua.


“El volumen brinda respuestas apropiadas a las distintas situaciones que rodean al terreno”, explica el arquitecto Juan Carlos Mesa, socio de uno de los estudios proyectistas. Hacia el norte, donde está orientada la fachada convexa del contrafrente, se ubicaron los accesos al edificio (cinco en total, uno por cada núcleo de circulación vertical) en una suerte de patio inglés socavado en el terraplén. Este sector es el que vincula al edificio con la zona más urbanizada de Portezuelo, y por eso se diseñó un jardín que reintegra la cuota de ortogonalidad que requiere la relación del emprendimiento con la vecindad.


En tanto, de las dos fachadas cortas, una culmina casi en la lengüeta del lago, se resolvió con terrazas escalonadas que sacan partido de las vistas privilegiadas hacia el golf, que comienza en la ribera opuesta. “Lo que se busca es no ofrecer un perfil recto a la ribera, sino que el edificio crezca desde abajo, para que no sea una presencia abrupta junto al agua”, explica Mesa.


Cabe aclarar que la utilización del terraplén y el recurso del patio inglés como nivel de acceso en el subsuelo determina que la planta baja se constituya en el primer nivel de viviendas, con patios en lugar de balcones. En tanto, debajo del terraplén, en el subsuelo, se ubicarán las 109 cocheras.

Hacer la diferencia


Una de las características del proyecto – cuya construcción comenzó hace un mes – es que sus 87 unidades, que van de uno a cuatro ambientes, ofrecen una gran variedad de tipologías. De ellas, casi todas son pasantes, salvo algunas que miran sólo hacia el frente. Por otra parte, el proyecto incluye amplios parques junto a la orilla del lago que rematan en un núcleo de amenities: piscina con desborde finlandés, solarium, gimnasio con vistas al lago y otros.


Fuentes de la desarrolladora Caecsa, responsable del emprendimiento (y también de Solares de Portezuelo en Nordelta, entre muchos otros) enfatizan la calidad constructiva y los detalles de terminación: revestimientos plásticos texturados cubriendo el exterior de la cáscara de mampostería (con estructura de hormigón armado), tabiques interiores de ladrillos huecos cerámicos terminados en yeso y cielorrasos también de yeso, o suspendidos de placas de construcción en seco.
En tanto, desde el punto de vista arquitectónico, los proyectistas consiguieron en este proyecto el detalle nada desdeñable de concebir un edificio con cuatro caras todas distintas, de acuerdo al riterio de responder a las necesidades y exigencias de cada orientación y situación particular. y generar un hecho urbano en un entorno tan particular como Nordelta.
Fuente: Clarin.com