Una multitud celebró en la calle las tradiciones de Calabria

Tres generaciones de familias de la región homenajearon con alegría y emoción a los primeros inmigrantes. La gran colonia calabresa convocó con sus comidas, sus bailes y su sangre caliente. Por Avenida de Mayo pasaron 30 mil personas


VESTIDOS. CINCO FERVIENTES REPRESENTANTES DE LA REGION, ANIMADORES DE LA FIESTA DURANTE TODA LA JORNADA.

Arrancó como un homenaje al inmigrante calabrés y terminó como una enorme celebración italiana. Ayer, la Avenida de Mayo dejó por unas horas su estrecho lazo con España y se rindió a los pies de Calabria. Y lo hizo en una fiesta que tuvo todo: comidas típicas, mucha nostalgia, tres generaciones disfrutando y, al final del día, una multitud bailando al compás de las tarantela s más festivas del sur de Italia. Los organizadores aseguraron que más de 30 mil personas participaron de la celebración durante toda la tarde.

El festejo fue organizado por la Asociación Lega Donne Calabresi, la Federación de Asociaciones Calabresas en Argentina (FACA) y el Gobierno de la Ciudad, a través de la Dirección General de Relaciones Institucionales y su programa “Buenos Aires Celebra”. La idea era rendirle un homenaje a San Francesco di Paola, el primer emigrante calabrés, y el evento resultó más que un éxito: a pesar del frío, hubo gente recorriendo los stands desde temprano –arrancó antes de las once– y compartiendo recuerdos y todo tipo de añoranzas .

Rodolfo Gallo, por ejemplo, fue uno de los llegó temprano con su esposa y su hijo Bruno Mauro. La abuela de Bruno era de Reggio Calabria, y toda la familia dedicó un buen rato a buscar esa región en uno de los mapas que colgaban entre los stands. “Para mí esta fiesta, esta comida y esta música es muy emotiva, no sólo festiva”, contó Rodolfo, que llegó a la Argentina cuando sólo tenía seis años. Ayer estaba muy emocionado. “ Todo me hace acordar a lo que me preparaba mi mamá ”, explicó, casi al borde de las lágrimas.

No fue el único: muy cerca de los Gallo, Alicia le explicaba a un turista que su bisnonno era de Cosenza. “Y esto es un lazo que me une más con él, con su historia. Es muy sentido”, le decía. La mayoría de los que pasearon ayer por la Avenida de Mayo demostraban distintas emociones encontradas. La nostalgia por la tierra de la infancia era la que de a ratos pesaba más. La otra, era pura alegría : y se notaba cada vez que desde el escenario arengaban a bailar y nadie quedaba en su lugar. Calabria, sur de Italia, tierra de emigrantes, pobladores de la Argentina en las oleadas del siglo XX, ayer demostró que también es unida. Y por qué tiene fama de ser divertida. Ana María Porco, presidenta de la Regional Calabresa San Lucido, una de las más de 30 instituciones que apoyaron la celebración, lo definió así: “Los calabreses somos de sangre caliente , alegres, nos llevamos bien con todos. Ser inmigrante te da esa cosa melancólica, y esa melancolía por la tierra propia es lo que nos une”.

Antonio Pisano, presidente de la FACA, también sumó su opinión. “La fiesta habla por sí misma, es recordar a todos nuestros emigrantes llegados de la región de Calabria, y yo soy uno de ellos, aunque vine cuando tenía once meses. Así que estamos acá para recordar a todos los que hicieron esta historia y, sobre todo, para tratar de trasmitirla a las nuevas generaciones para que no pierdan los valores que nuestros padres y abuelos nos han dejado”, explicó.

A su lado, Irma Rizzuti, también de la Federación Calabresa, aseguró que los calabreses representan el 40% de la comunidad italiana que hay en el país. “Dentro de la colectividad italiana la calabresa es la más grande”, comentó. Y Claudio Avruj, director de Relaciones Institucionales del Gobierno porteño, agregó: “Miles de personas pasaron acá para reforzar su identidad. El compromiso es ese: celebrar la cultura compartida, entendiendo que aprendiendo del otro uno también se enriquece. De eso no puede salir otra cosa que una Buenos Aires más feliz”.

Ayer, la fiesta estaba hecha a la medida de los italianos. Hubo tiempo para degustar la pizza calda , el cannoli y las pastas, las berenjenas y todo tipo de salames, sopressatas, quesos y panes artesanales de Catanzaro, Cosenza, Crotona, Reggio Calabria y hasta de Vibo Valentia, las cinco provincias calabresas. Como también hubo mesas de dulces y vinos y lemoncello artesanal. Y hasta un momento para que Mauricio Macri eligiera ese festejo para continuar su campaña para su reelección. “Mi familia es de Calabria, y es muy lindo ver el entusiasmo de la gente. Por algo se dice que los más apasionados del mundo son los italianos. Hoy lo están demostrando una vez más”, aseguró.

Vi la noticia... jajajaja... q alegres q son.